En el sector de la automoción también se ha producido un desplazamiento de los minoristas tradicionales a las ventas en línea. Muchos clientes prefieren informarse por Internet. Sin embargo, las compras siguen haciéndose en el concesionario. A menudo, los vendedores de los concesionarios se ven desbordados por la gran cantidad de modelos que se ofrecen, lo que les dificulta ofrecer a los clientes un asesoramiento de calidad. Los futuros compradores están muy bien informados y tienen grandes expectativas puestas en los vendedores. Esto crea rápidamente una experiencia frustrante en medio del recorrido del cliente, ¡pero no tiene por qué ser así!
Soluciones como los chatbots o las salas de exposición en el metaverso actúan como interfaces digitales. Estas soluciones satisfacen los instintos lúdicos y la sed de conocimiento de los clientes y permiten concluir con éxito una transacción comercial.
Hoy en día, la experiencia digital del cliente -desde la obtención de la información inicial hasta el seguimiento digital de los pasos de producción como parte de la anticipación que experimentan los compradores, pasando por la entrega del vehículo- cuenta más que nunca.